El cerramiento de una terraza es una de las reformas más comunes que hay, bien sea por al intimidad y la comodidad de añadir espacio o para aprovechar las ventajas de una terraza sin las inclemencias del tiempo. Los cerramientos resistentes han de ser tu prioridad cuando se trata de este tipo de obras. Los materiales han de estar pensados para aguantar cualquier tipo de climatología y además aportar a la casa luminosidad y ser acorde con el resto del estilo.
Cerramientos de aluminio
Una de las opciones más recurrentes en estos casos para cerramientos duros es el aluminio. Los perfiles de cerramientos con este material son resistentes y además tienen una gran variedad de acabados entre los que elegir.
El aluminio lo puedes emplear tanto para interiores como para cerramientos exteriores debido a que posee una gran resistencia y durabilidad. Además, por la posibilidad de los múltiples acabados, se pueden escoger los colores o variantes que mejor se adapten tanto a la fachada como al interior de la casa. Es un material reciclable con un mantenimiento sencillo que no requiere grandes costes ni de tiempo ni de dinero.
Se trata de un cerramiento resistente que es perfecto para zonas de costa.
Cerramientos duros
El cerramiento de terrazas y balcones con PVC es otra de las opciones más demandadas actualmente. Entre sus ventajas, se encuentra que es más económico que el aluminio, en general, ya que dependerá del acabado que se quiera escoger, y la gran resistencia que tiene ante la climatología adversa.
Al igual que el aluminio era perfecto en zonas costeras, el PVC es una opción recurrente en ciudades frías con temperaturas bajas, ya que una de sus propiedades es el aislamiento térmico. De esta manera, no se pierde el calor durante el invierno ni el frío en el verano, repercutiendo directamente en un ahorro en la factura de la luz.
Actualmente, el PVC dispone de varios acabados, aunque antes las opciones eran mucho más limitadas.
Cerramientos exteriores con techo de policarbonato
Esta opción es ligera y tiene una gran ventaja sobre el factor calidad-precio. Con este cerramiento, se proporciona una cobertura parcial de la terraza y se pueden personalizar de varias maneras. Pueden ser techos transparentes que permitan todo el paso de la luz o más opacos para evitarlo, pero todos se pueden hacer a medida.
Cerramiento con techo de vidrio
Este tipo de techo es más complejo de instalar e implica unos perfiles determinados que soporten el peso, pero aporta una gran firmeza y seguridad. Está fabricado con materiales suficientemente resistentes para aguantar cualquier tipo de clima. Además, a su resistencia se une la durabilidad con el paso de los años y el buen mantenimiento.
El tipo de cerramiento para una terraza o balcón dependerá de varios factores como el clima, la orientación o la misma fachada del edificio. Sin embargo, si algo tienen en común es que han de buscar la máxima seguridad y solidez a la hora de realizar un cerramiento, es decir, buscar el que sea más resistente y mejor se adapte a cada piso. Todo son ventajas, así que no dudes en apostar por los cerramientos.