Acometer obras de eficiencia energética es una de las mejores formas de contribuir de manera activa al cuidado del medio ambiente, y también de revalorizar tu vivienda. Además, eso desembocará en un menor gasto en calefacción y aire acondicionado, cosa que agradecerá tu cuenta corriente.
Qué es la eficiencia energética
La eficiencia energética tiene como objetivo reducir el consumo de energía para limitar las emisiones de CO2. No se trata de ahorrar privándose de la luz, por ejemplo, sino de iluminarse bien consumiendo menos electricidad.
Para ahorrar energía en casa y cumplir, así, con la eficiencia energética es preciso adquirir ciertos hábitos encaminados a ello, como, por ejemplo:
– Emplear el agua caliente, el aire acondicionado y la calefacción de un modo racional.
– No dejar lámparas encendidas inútilmente.
– Utilizar bombillas de bajo consumo.
– Abrir la puerta de la nevera el menor tiempo posible.
– Utilizar electrodomésticos eficientes, de categoría A.
Beneficios de realizar obras para mejorar la eficiencia energética de tu hogar
La primera consecuencia es que la casa aumenta su valor en el mercado, que puede llegar al 7 %. Y no menos importante: gracias a estas obras, tu gasto energético disminuye y eso se traduce en un ahorro en la factura de la electricidad y del gas.
Además, si instalas unos cerramientos eficientes, mejorará también el aislamiento acústico de tu hogar, con el consiguiente aumento en tu calidad de vida y tranquilidad.
La Administración dispone desgravaciones fiscales o ayudas, especialmente para la rehabilitación energética de edificios y para pequeñas y medianas empresas.
Obras necesarias para conseguir una eficiencia energética óptima
La principal obra necesaria para conseguir una eficiencia energética óptima sería el aislamiento térmico, ya que es la base de la eficiencia y el motivo principal de pérdida de energía.
Puedes ahorrar hasta un 70 % de energía instalando unas ventanas de PVC con doble vidrio. De este modo, la casa queda más aislada y en verano no gastarás tanto en aire acondicionado y en invierno moderarás tu consumo en calefacción.
Otra forma de ponerte al día es renovando la iluminación de la vivienda, colocando bombillas LED. No son baratas, pero a largo plazo notarás una evidente reducción del gasto en electricidad.
Un obra de más envergadura sería aislar las paredes de la fachada con la técnica del insuflado de material aislante. Si esto no es posible, siempre puedes colocar el material aislante en el interior. Esto conlleva la pérdida de algunos centímetros de vivienda, pero el resultado merece la pena. Si dispones de espacio suficiente y posibilidades, existe la opción de aislar también techos y suelos, y de impermeabilizar terrazas.
Una vez preparada la casa, es fundamental elegir unos aparatos electrodomésticos que lleven la etiqueta A, que son los más eficientes, y hacerte con un termostato.
Con unas pocas obras la eficiencia energética de tu vivienda mejorará ostensiblemente. Así contribuirás activamente a la sostenibilidad y al cuidado del medio ambiente, actualizarás tu hogar poniéndolo a punto para el futuro y ahorrarás en tus gastos diarios. Como especialistas en ventanas y cerramientos de aluminio y PVC, te ayudaremos a hacerlo realidad.
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