Los cerramientos son fundamentales a la hora de compartimentar los espacios de los recintos. Lo son en los hogares, pero, sobre todo, en los negocios. Estos establecimientos requieren, por una parte, fijar claramente el perímetro en el que van a ser desarrolladas sus actividades comerciales. Por otro lado, por la propia naturaleza de estas, los escaparates se han revelado como unos cerramientos especialmente atractivos.
Además, la seguridad es otro factor esencial en la elección de estos escaparates. La puedes complementar con la carpintería de aluminio y PVC.
¿Dónde hay que colocar los acristalamientos?
Tienes a tu disposición un material que te permite cumplir con las funciones de compartimento y estética que te presentamos. Se trata del cristal. Facilita tanto aclarar dónde lleva a cabo sus actividades un comercio como mostrar lo que sucede y se vende dentro de él.
Por eso, los acristalamientos son muy apreciados como elementos de cierre en estos establecimientos. Pueden ser colocados, en las ventanas, puertas, instalaciones en altura y zonas de paso. Sin embargo, no te valdrá cualquier cristal, sino que tendrás que recurrir a los cristales de seguridad.
Recuerda que puedes echar mano del doble acristalamiento como medida extra de seguridad. Debes colocarlo donde exista un mayor riesgo de rotura, como en los vidrios interiores y los exteriores situados en lugares accesibles.
Entre las prestaciones que, además de la seguridad, te pueden proporcionar, remarcamos los colores, las curvas, los lacados, los aislamientos acústicos y térmicos reforzados y el control solar.
Conoce las distintas clases de cristales de seguridad
Para que puedas disfrutar de unos cristales que protejan tu negocio frente a los robos y otros actos vandálicos, el cristal a emplear va a tener que recibir unos tratamientos especiales que le proporcionen las condiciones de resistencia y estética idóneas.
En las siguientes líneas te presentamos por los que puedes optar. Toma nota de ellos.
– El vidrio templado ha sido elaborado con las finalidades de incrementar la resistencia mecánica y soportar temperaturas extremas. Cuando se rompe, lo hace en trozos pequeños, lo que reduce el riesgo de cortarse con cristales más grandes. No tolera de la misma manera los impactos punzantes.
– Por su parte, el vidrio laminado cuenta con la particularidad de que se rompe en cristales unidos. No se dispersarán ni se desprenderán, lo que disminuye los efectos de los accidentes. Ten en cuenta que las hojas de vidrio monolítico se encuentran pegadas entre sí mediante láminas plásticas. Según sus composiciones, los vidrios laminados pueden dividirse en cristal laminado de seguridad, unido mediante láminas de materiales como el polivinilo; vidrio armado y armado pulido, con una malla metálica interior; y vidrio recocido con una película de refuerzo, que lleva en su superficie una película de plástico de PVB.
Por otro lado, un cristal de seguridad, en función de su propiedad más significativa, la cual va a estar certificada por una norma UNE, puede ofrecerte distintas ventajas. Entre ellas, destacamos las siguientes: antiagresión y de bala, en la construcción; y de uso y antiexplosión, en la edificación.
En definitiva, los cerramientos acristalados aúnan seguridad, estética, funcionalidad y seguridad. Para más información, no dudes en contactar con nosotros.
Solicite su presupuesto sin compromiso. Realizaremos un estudio de su proyecto, para buscar las mejores soluciones.
