El estilo industrial es una de las corrientes con mayor vigencia en la actualidad. Y no es que se trate de una nueva tendencia, ya que es un estilo que nació a mediados del siglo XX con el auge de los lofts de Nueva York, pero sigue siendo un ejemplo de estilo vanguardista, urbano y contemporáneo plenamente en vigor.
Para definirlo hay que recurrir necesariamente a resaltar los elementos constructivos, que aquí añaden a su función arquitectónica un cariz decorativo. Metal, ladrillo, madera y hormigón se dejan a la vista sin reparo, convirtiéndose en protagonistas absolutos de tu planteamiento decorativo.
Se desnuda la estructura para mostrar la belleza de los elementos estructurales. Vigas y tuberías vistas, paredes sin revocar, maderas poco tratadas y pintura decapada son las señas de identidad de estos ambientes, inspirados en el aspecto de las fabricas del siglo XIX y XX.
Y el uso de estos materiales no se queda solo en el plano constructivo, sino que serán las materias primas de mobiliario y ornamentos, dando coherencia a estos espacios.
Las estructuras metálicas adquieren protagonismo
Esta estética surge del aprovechamiento y la rehabilitación de antiguos espacios industriales como viviendas. Por ello, una de las principales particularidades del estilo industrial es la preeminencia de espacios diáfanos, de altos techos y grandes ventanales.
Si hay un elemento que se erige con fuerza como protagonista es el metal. Las estructuras metálicas dominan la escena, ya sea presentes en la viguería del techo, en columnas y pilares que apuntalan la construcción, o en la carpintería metálica de los cerramientos.
La importancia de combinar con éxito
El mayor riesgo al escoger el aire industrial para decorar tu hogar es que no se consiga un buen equilibrio de los elementos y esto dé lugar a un espacio frío e impersonal.
Para que esto no ocurra, te damos unas sencillas claves para aportar calor de hogar a tus espacios de ambiente industrial.
Iluminación
Las lámparas de estilo industrial y vintage suelen ser metálicas, y, habitualmente, se le da protagonismo a los cables, que se destacan en vez de ocultarse. Apliques, grandes focos u originales bombillas con filamentos vistos colgando directamente del portalámparas, todo tiene cabida. Eso si, sírvete siempre de la luz cálida para evitar los espacios fríos.
Cuero
El uso del cuero en los asientos de la casa también contribuirá a aportar calidez al tratarse de un material de origen natural. Sillas tapizadas en este material o los eternos sofás Chester combinan a la perfección con los espacios de inspiración fabril.
Madera
La madera es la mejor aliada en estos espacios. Un material natural, cálido en sí mismo y que combina con todo. Tablones sin tratar o con pintura decapada te ofrecerán el toque de estilo que necesitas.
Elementos decorativos
Por último, para escapar definitivamente del riesgo de resultar impersonal, no te cortes a la hora de incorporar plantas y textiles en la vivienda. Aportarán los toques de color necesarios y llenarán de vida tu hogar.
Ya conoces las claves del estilo industrial aplicado al interiorismo. Es hora de ponerlas en práctica y convertir tu hogar en un modelo de buen gusto decorativo.