Cada vez son más los propietarios que recurren a cerramientos en PVC para ampliar sus viviendas. Es una manera de proyectarlas hacia el exterior, ganando en espacio y luz natural aprovechando las terrazas y balcones disponibles. Estos cerramientos de aluminio y PVC, bien elegidos, son además una excelente forma de implementar la eficiencia energética del hogar. Si quieres conocer todos los detalles al respecto, sigue leyendo.
Acristalamientos: lo que hay que saber
Antes de acometer cualquier proyecto de semejante envergadura es importante planificar cuáles son los factores que pueden influir en él.
Lo primero, si vives en un edificio, es solicitar los permisos y licencias correspondientes tanto a tu comunidad de vecinos como al Ayuntamiento. Ten en cuenta que el acabado final no puede desentonar con el aspecto general de la fachada.
Una vez superados los trámites burocráticos, deberás considerar aspectos como la orientación de la fachada, cuáles son los materiales más convenientes y, lógicamente, el gusto personal a la hora de distribuir los espacios resultantes.
Los acristalamientos son la opción más habitual para ampliar espacios de la vivienda como el salón o la cocina. No obstante, pueden destinarse también para crear una sala independiente, como un pequeño despacho o una zona de lectura. Se utilizan también en las casas con jardín, ya que dan la sensación de estar en el exterior sin tener que salir realmente.
Las grandes correderas sin perfil o con cristales plegables facilitan la visión exterior a la vez que aportan la temperatura óptima del interior de la casa. Al cerrar tu terraza conseguirás incrementar la temperatura del hogar, del mismo modo que si la abres obtendrás el efecto contrario. Asimismo, las cortinas de cristal evitan molestias externas como el ruido, la lluvia o el viento.
Perfectos aislantes térmicos
Pero además de las cuestiones funcionales y estéticas, los cerramientos resultan altamente relevantes por su reducción en el consumo energético. Los actuales acristalamientos en PVC y aluminio garantizan un aislamiento óptimo con el que conseguirás disminuir el gasto de calefacción o aire acondicionado hasta en un 70%.
Los materiales más comunes y económicos son el aluminio y el PVC. Lo importante es no escatimar en ellos y en los sistemas de juntas, ya que son capitales para conseguir un buen resultado en cuanto a temperatura.
En este sentido, la orientación de tu fachada puede influir sensiblemente: si es hacia el sur, en verano puede acumular mucho calor, mientras que si es hacia el norte será más fría, lo que se traducirá en la elección de materiales y sistemas especialmente aislantes.
Los distintos acristalamientos dan forma a un producto totalmente a medida, resistente a las inclemencias del tiempo y perfecto como aislante térmico y acústico. Además, los materiales permiten conseguir diversos acabados estéticos, de manera que el diseño ya no está reñido con la funcionalidad.
Los cerramientos en PVC son una propuesta interesante para sumar metros útiles a la vivienda y aportar mayor luminosidad al interior. Si te estás planteando esta opción, llámanos sin compromiso y resolveremos las dudas que tengas.